Notas de Prensa

Un 02 de junio de 1825 volaste a la eternidad, al cabo de una corta y ejemplar vida terrenal y, desde entonces, vives entre nosotros y aún no entendemos tu mensaje. Soy un convencido de que la Identidad es una Necesidad Axiológica en el desarrollo humano y que, como lo advirtieron insistentemente J. Basadre y W. Peñaloza en sus alocuciones y escritos: un pueblo sin historia, sin identidad, es un pueblo sin futuro…que está condenado al fracaso.

Y, en verdad, el Perú y las instituciones fundamentales de la sociedad, en nuestro caso la Universidad, necesitan construir y fortalecer su Identidad Institucional para cumplir con sus fines y principios doctrinarios y misionales en el sustrato de la Ética, personificada en la búsqueda y práctica del Bien Común y la Vocación de Servicio. Esta identidad no solo debe expresar afectividad instintiva en su sentido de pertenencia; debe nutrirse de su trayectoria en el tiempo y de su existencia vital, debe poseer un contenido más racional que solo lo da el conocimiento de su historia y el legado trascendente de sus fundadores y egresados.


LA HISTÓRICA FUNDACIÓN DE LA UNIVERSIDAD

En el Perú colonial existieron tres universidades: San Marcos, San Cristóbal de Huamanga y San Antonio Abad del Cusco. En el fragor del proceso emancipador nació la Primera Universidad Republicana del Perú y de América, aquel 10 de mayo de 1824, cuando el libertador Simón Bolívar, a iniciativa de Don José Faustino Sánchez Carrión, firmó en Huamachuco el decreto de su creación.

Ambos sabían que no podía existir garantías de libertad y de la independencia sin cultura, sin el contenido educativo de la instrucción superior. En el art. 184 de la Constitución Política de 1823 se señala que las universidades constituyen “uno de los medios más eficaces de promover la instrucción pública de la que depende en mucha parte el sostenimiento y seguridad de los derechos sociales”.


UNO DE LOS MÁS GRANDES Y DISTINGUIDOS PERUANOS DE TODOS LOS TIEMPOS

• El más preclaro de los Próceres de la Independencia: el tribuno y fundador de la República

• Fundó periódicos: “La Abeja Republicana” y ”El tribuno de la República”

• Fundador de la Primera Universidad Republicana del Perú. Fundador de la Corte   Superior de Justicia de La Libertad.

• Diputado del Primer Congreso Constituyente y redactor principal de la primera constitución.

• Consejero, Ministro de Bolívar y su Secretario en la campaña final de la independencia.

• Su sabiduría abarcó todos los ámbitos del saber humano y como auténtico visionario fue el precursor de la descentralización en el Perú y del Americanismo.

 

¿QUIEN FUE ESTE ILUSTRE PERSONAJE, SÍMBOLO ÉTICO DE RESPONSABILIDAD, HONESTIDAD Y PATRIOTISMO?

Procedente de Huamachuco, dejó su hogar para ingresar al Seminario San Carlos y San Marcelo de Trujillo:  sería su mejor y más destacado estudiante. Por su brillantez intelectual fue derivado al Real Convictorio de San Carlos de Lima, que dirigía el célebre TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA.  Allí destacó con luz propia gracias a su extraordinaria inteligencia. Genuino representante y portavoz en todas las ceremonias públicas: siempre fue el orador principal. Por sus grandes capacidades fue nombrado Maestro en este convictorio, así como también lo fue de la Universidad de San Marcos.Su pensamiento analítico y ordenado, su juicio crítico –lógico  y dialéctico-, su ética ceñida a la equidad y la justicia, lo hacen un ser humano, casi perfecto.


BATALLADOR INCANSABLE AL SERVICIO DE LAS IDEAS REPUBLICANAS Y EL BIEN COMUN

Desde “La Abeja Republicana”, con el seudónimo del “Solitario de Sayán”, desbarató las aspiraciones monarquistas de entonces, con ideas y argumentos profundos e irrefutables; su visión, liderazgo y riqueza intelectual sirvieron de sustento a la primera carta magna del Perú independiente.

La independencia y control de los poderes del Estado – idea aún no comprendida en la actualidad- fracasa por la pasión y bajeza y por las tentaciones autoritarias de algunos, propone: actuar con buena fe, hacer las cosas siempre en dirección del bien común.

Conocer a profundidad su pensamiento, su conducta en el ejercicio público, sus inquietudes ideológicas y políticas nos invita a asumir el camino ético en nuestras actividades cotidianas para transformarnos en los seres pensantes y ciudadanos que él soñó para su patria peruana y americana.


SUS IDEAS POLÍTICAS, PROFUNDAMENTE DEMOCRÁTICAS

1.   Que nuestra constitución divida rigurosamente los poderes que los enlaza, y doten a cada uno de la aptitud y energía necesarias, para obrar bien, y nunca mal.

2.    Que el derecho de ciudadanía sea constantemente precisa emanación del bien común y de la libertad de cada miembro.

3.   Que la declaración de aquellos derechos, cuya inteligencia, puede ser perjudicial, lleve siempre explícito su sentido y que induzca al bien del común, si se apetece gozar de ellas plenamente.

4.    Que las elecciones populares jamás se conviertan contra la causa pública, y que siendo la explicación de la soberanía popular, sean el regulador.

5.  Que las municipalidades, sean las cabezas de su comunidad o familia respectiva; y que, al sancionarse sus oficios, se tenga presente, que esta administración es el órgano del pueblo”

(Genial síntesis de las ideas de Montesquieu y Rousseau)

 

RESPONSABILIDAD HASTA EL SACRIFICIO

Su labor como Secretario del Libertador fue pleno de sacrificio y honradez, fue calificada como extraordinaria y sobrehumana: efectuó con celo, precisión y celeridad cada una de sus múltiples y complicadas funciones y las órdenes sumarias de Bolívar.

Asumió el cobro, los gastos y rendición de cuentas sin descuidar ningún detalle, coordinando acciones de guerra, consiguiendo los recursos materiales, supervisando las funciones de los alcaldes y gobernadores, la atención de los heridos, sin descuidar la administración.

Viajó a lomo de bestia por todos los pueblos de la sierra, despachando directivas siempre eficientes y justas, imponiendo orden y honradez en sus funcionarios.

Por todo ello el 18 de setiembre de 1825 se le distinguió como “Benemérito de la patria en grado heroico y eminente”.

 

NUESTRA IDENTIDAD UNIVERSITARIA SE FORTALECE CON NUESTROS EGRESADOS

A lo largo de la existencia de nuestra gloriosa universidad, han egresado de sus aulas destacados personajes de enorme connotación regional, nacional y mundial, siguiendo el camino trazado de nuestro fundador, José Faustino Sánchez Carrión. Algunos de los más notables, son: César Vallejo, Ciro Alegría, Antenor Orrego, Haya de la Torre, De La Puente Uceda, Rafael Narváez, de quienes debemos asumir sus mensajes y virtudes.

Por todo lo expuesto, una vez más, recobra el sentir y la necesidad de perennizar la ejemplar vida de Sánchez Carrión, su legado ético, cargado de identidad nacional, de esencia democrática en sus ideas y en su praxis, creo, sin temor a equivocarme, una forma de agradecerle el habernos dado esta maravillosa  e histórica universidad, es el hacer realidad la tantas veces mentada Cátedra Sánchez Carrión, al que puede sumarse, en sus contenidos y temática, el pensamiento y aportes de nuestros geniales egresados.

Es las actuales circunstancias -momento de caos, de crisis moral, social y política que vive nuestro país- en que esta figura extraordinaria, la de José Faustino y las otras mencionadas, como ilustres egresados, deben ser estudiadas en su trayectoria de vida, en su pensamiento y en sus obras, no solo para conocerlas sino para hacer, en ideas y acción, esencia espiritual de nuestra praxis de vida en l ejercicio profesional y ciudadano.

                               

Autor: Ángel Ignacio La Cruz Torres