La
Universidad Nacional de Trujillo (UNT), a través del Proyecto Arqueológico
Valle de Virú (PAVI), ha realizado significativos descubrimientos en la Huaca
El Cerrito 2, ubicada en el Valle de Virú, que aportan nueva luz sobre la
historia temprana de la región de La Libertad. Entre los hallazgos destacan
templos con arquitectura monumental y un posible sacrificio humano,
consolidando a este sitio como el segundo templo más antiguo registrado en la
región.
El
PAVI, dirigido por el Mg. Feren Castillo Luján, docente de la UNT y doctorando
en la Université de Rennes (Francia), tiene como objetivo investigar el
surgimiento de la complejidad social en el valle a través de un plan quinquenal
(2023-2028). En este contexto, las excavaciones en Huaca El Cerrito 2 se
enmarcan dentro de la tesis de licenciatura de la egresada Joisie Mori, y han
sido fundamentales para comprender las fases constructivas del sitio.
La
investigación se ha desarrollado en dos unidades de excavación. En la Unidad 1,
de 5 x 10 metros, se intervino un antiguo forado provocado por huaqueros, lo
que permitió identificar cinco edificaciones superpuestas. Este hallazgo
proporciona evidencia valiosa sobre la evolución arquitectónica del sitio.
Destaca especialmente la existencia de un corredor que conecta dos recintos con
esquinas curvas, similares a las del Templo Huaca Tomabal (2022) y Templo
Queneto 2 (2024), lo que sugiere una cronología correspondiente al precerámico
tardío (2000-1500 a.C.).
Mientras
que, la Unidad 2, de 3 x 9 metros, se enfocó en la parte superior del
montículo. Allí se hallaron tres edificaciones más recientes, entre ellas un
recinto principal que también presenta esquinas curvas, lo que refuerza la
relación estilística con otros templos de la región.
El
Mg. Feren Castillo indicó que un aspecto notable de Huaca El Cerrito 2 es su
técnica constructiva basada en adobes tronco-piramidales, utilizados en todas
las etapas del complejo. “Además, se han identificado restos de pintura
amarillo-ocre en los muros, lo que ofrece indicios sobre la estética y el
simbolismo de las culturas tempranas del valle”, agregó.
Uno
de los descubrimientos más impactantes ha sido el entierro de un adulto joven
en posición decúbito ventral, lo que sugiere un posible sacrificio humano
tardío, presumiblemente relacionado con el periodo Chimú. Este hallazgo abre
nuevas interrogantes sobre las prácticas rituales de las sociedades antiguas en
la zona.
El
equipo de investigación está conformado por un grupo multidisciplinario que
incluye a los tesistas Joisie Mori, Astrid Vergara, Christian González y Víctor
León, así como a los estudiantes Eddie Carranza, Erika Díaz, Bruno Rojas,
Anthony Rodríguez, Avril Méndez, Bruno Ávila y Alex Meza, y los licenciados
Oswaldo Ezeta y Kelly Castañeda.
Las
excavaciones continuarán en los próximos años, con intervenciones planificadas
en otros sitios monumentales del valle. Los investigadores esperan seguir
reconstruyendo la historia de los primeros habitantes de Virú y profundizar en
la comprensión de su organización social y expresiones culturales.
